miércoles, 15 de septiembre de 2010

MÓNICA Y LAS BOTAS


Mónica es la reina del café, de mi café con hielo. Lo sirve con un anillo gordo y haciendo tilíntilíntilín con la cucharilla. Es morena, bueno es la morenez, los rayos de sol están locos por ella, en cuanto asoma la besan y la tiñen de color tostado, como las galletas, dulce también. A veces.
Es una chica natural, le gusta la fiesta, es la fiesta, la música, el baile. Baila como nadie, y disfruta mucho bailando, para eso aprendió tantos pasos.Es alegre, cuando sonríe sale la luna.
Webfóbica, prefiere las cosas en directo, con olor y con timbre y con gestos.
Es una tía reponsable, diligente, una curranta sin límites. A ésta no tienen que decirla: si vales para la fiesta también tienes que valer para trabajar. Vale para todo.
Tiene los ojos de jitana y la mirada mineral y seria, cuando no está de cachondeo.
Con salero y garbo, así mueve la melena rizada cuando camina con su novio.

Mónica se dedica a la Investigación Estética a tiempo completo, incluso cuando está trabajando. No es una excepción en su género.
Genera constantemente hipótesis,
-Cómo quedará esta camiseta con esta falda?
-Irá bien este cinto con estas sandalias?

Ya sabéis todas esas cuestiones que no acaban de tener solución por más y más que se estudie.

En su afán investigador, a finales de Agosto, su primo Mario le enseñó sus nuevas botas de fútbol, azules y brillantes, número 37, justo, y me imagino que pensaría: ¿qué tal me quedarán a mi estas botas?(Nueva línea de investigación, nueva tendencia).

Las miraba ensimismada, tiró de sandalias y se puso las botas de fútbol.
El conjunto era, vestido cortito estampado en colores pastel con vuelo y botas de fútbol azulonas brillantes.
De lo más sexi. De verdad.
Me impactó esa imagen y pensé en como se feminiza el fútbol a través de esos nuevos modelos de botas que ahora se ponen los chicos.
Bueno, hasta el extremo que creo que se está contagiando esa dulce y cara neurosis femenina de acopiar zapatos, botas, sandalias...
Yo ya he tenido algún jugador que tiene en su armario más de 50 pares de botas. En serio.
Botas que veo, botas que quiero.
Algo está pasando, a mi no me jodáis, tanto modelo, tanto colorín tanta pijada.
Yo recuerdo todas mis botas y todos sus agujeros, negras, negras como las botas de fútbol de los futbolistas, como las de Pipe.
Los fabricantes estarán encantados, ahora, yo no he visto ni que controlen ni golpeen al balón mejor que antes, con aquellas botas de cuero.
La feria de las vanidades también ha llegado a las botas de fútbol. A ver quien sale más guapo y tiene el último modelo, las cr40, no sé, porque tienen nombre, que si predator no se que...


A mi no me gustan, las veo más en Mónica que en Pedro Munitis.

1 comentario:

Moni dijo...

Juan nunca pensé que al final lo colgarías, menos mal que no me deje hacer la foto.
Te lo has currao.
Moni