lunes, 14 de febrero de 2011

DIOS Y EL FÚTBOL


Mourinho es el camino hacia Dios.

Hace unos días leí una entrevista a Xoxé en la que lucía su lado más tierno, y me sorprendieron dos cosas, una la siento igual y la otra de forma diferente que él.

Decía el mejor mister del mundo, que se le partía el corazón cuando tenía que hacer la convocatoria y dejaba fuera a algún jugador, y señalaba que le producía especial dolor no llevar a Granero.

Esa misma sensación la tengo yo cada semana, y no quiero que nadie me comprenda. Solo el que es entrenador y se ha enfrentado a ese momento de escribir la lista, puede saber de lo que hablo.
Pero también tengo que decir, que del mismo modo que a Mou le remueve el corazón de manera distinta dejar fuera a Granero, a mí me ocurre con un jugador de mi plantilla. Victor.

Yo veo cada entrenamiento, y sé que se esfuerza al máximo, nunca baja el listón, nunca baja la intensidad, siempre va el primero, nunca tiene una mala palabra, ni un mal gesto. Jamás deja de intentarlo y de darme argumentos para llevarlo. Jamás comenta nada para tratar de condicionarme.
Nunca me han llegado mensajes para tratar de influir en mis decisiones que viniesen del entorno de Víctor. Sé que se cuida y sé que quiere jugar y sé que entrena mejor que nadie y sé que se merece venir y jugar. Y sin embargo, casi todas las semanas va a jugar con el "B" sin rechistar.

Víctor es jóven y es tenaz y continúa esforzándose porque es listo y sabe que es la única manera , el único camino, para poder venir, para poder jugar y para ir haciéndose con el sitio que busca y que encontrará, si no le confunden de camino.

A los demás, también me jode mucho dejarlos fuera, pero solo hay 16 sitios.
Esta semana también ha habido un ejemplo de como se puede uno ganar el sitio, y es jugando muy bien cuando te toca. No hay que conformarse con estar entre los once que juegan de principio, hay que jugar bien, muy bien, para que yo no tenga dudas.
A veces tengo la sensación de que el jugador se marca como objetivo jugar de titular, y cuando está en el once, parece que ya ha cumplido. Se equivocan, el objetivo es jugar al máximo nivel, y como consecuencia se sigue de titular. Las depresiones por no ser titular no sirven más que para mantener el status. Ser titular o reserva no es ni un premio ni un castigo, es una consecuencia de dar más o menos de lo que se puede, y el que no da todo, ni lo da al máximo, cuenta menos.
Y no solo hablo de esfuerzo, hablo de inteligencia, de conocimiento de la tarea, de concentración, de control.... hablo de competir.
No quiero genio, ni rabia, quiero casta. Repito, repito, repito, insisto, insisto ,insisto...

Al final me he "enrollao".

La segunda cuestión que me sorprendió de la entrevista a Mourinho, fué que declarase que no temía a nada ni a nadie en el fútbol, que él solo temía a Dios y que era un Católico de profunda convicción.

Veis yo en esto estoy en el polo opuesto.

Yo no temo a Dios.
Dios y yo tenemos buen trato, tomamos el vermouth varias veces por semana, lo conozco y por tanto no necesito creer en Él, es como si necesitases creer en la existencia de tu novia o de tu hermano. Los conoces, comes con ellos, sales con ellos, hablas con ellos. Pues eso me pasa a mi con Dios, no le temo porque alterno con él y me parece buen tipo.
Me lo presentó Guillermo Carnero, que no se si es ateo, y es posible que me lo presentase por equivocación, aún tengo que comprobarlo.
Y es que a G. C lo conocí en internet a través de una diosa pagana, que un día dijo " internet tiene caminos que la razón no entiende", y yo dije Amén.

Sin embargo yo en el fútbol si que tengo temores, y es que a mí, me han dado cuchilladas ya por todos los sitios. No me las veo, y es que tengo las cicatrices por la parte de atrás. Las ha habido de todo tipo, de presidentes, directivos, entrenadores, jugadores, árbitros, bueno llevo unas cuantas marcas. No se si soy entrenador o José Tomás.

El miedo que me da el fútbol es que ya no me da miedo. Aquí se lanzan espadazos a diestro y siniestro y si te toca, te tocó. Las cuchilladas tienen sus ventajas, porque te vas a Bilbao a lamerte las heridas y aprovechas y ves el Guggenheim.
Monocromías de Ives Klein ,por ejemplo, que te hacen dudar de la forma de colgar los cuadros.

Yo ahora al que más temo es a Santi Cabezas, y eso que es buen tipo.

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