viernes, 10 de diciembre de 2010

VALORES Y FUTBOL


Como habéis podido comprobar escribo a vuelapluma, no corrijo, así que a veces meteré la pata, pero de esta manera me sale mejor decir lo que me pasa por la cabeza.

Tengo la manía de llevar todo el pensamiento al fútbol, como si fuese una maqueta animada de la vida.

Hace poco en la entrada que escribí sobre Lillo decía que todo está interrelacionado, conectado, todo tiene que ver con todo.

Han sucedido un par de cosas por aquí que me han tenido desazonado todo el día.

El rollo del doping y los dos niños que ha matado su madre.

Estos dos niños eran compañeros de colegio de mis sobrinos y la mamá conocida de sus padres.
Me preocupa de qué modo puede afectar este suceso en la formación de los conceptos básicos en un pequeño y también en un mayor.
¿Cómo se encaja en la Idea de madre que tiene un niño ésto?
¿Cómo una madre lo interpreta?¿ Puede haber cosas que hagan que llegues a acabar con tus hijos? ¿ Y un padre? ¿ Cómo se explica que una madre ...?

Algo falla en los cimientos, en la esencia de los cimientos.

Por otra parte, la campeona metida en el rollo del doping.
Sale su antiguo entrenador, un hombre maduro de aspecto bonachón, diciendo que cambió de preparador por un joven apuesto del que se suponía que estaba "prigao" en el rollito de las sustancias.
Claro, el jovencito de la nueva escuela del éxito inmediato, en donde los medios no importan, lo que importa es el fin. Ganar como sea.

A lo que vamos, los valores del esfuerzo, de la lealtad, del compañerismo, del cumplimiento de las normas, de la generosidad, de la honradez, de la cordura, de la amistad, de ...no valen ahora si no garantizan éxito inmediato.

La moda ahora es aparentar, y si no ganas eres una mierda ,y para ganar hay que hacer lo que sea, lo que sea. Aunque en el camino corto se quede la dignidad.

En el fútbol, también, como una proyección de la sociedad actual, solo interesa el exito inmediato, como sea, con talonario, con trampas o como sea.

Menuda mierda de moda.

Si no somos capaces de darnos cuenta que sin la solidez de unos valores éticos en la base de la formación de las personas y de las instituciones, lo único que construimos son castillos de naipes.

Un soplido y todo a tomar por culo.

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