viernes, 5 de noviembre de 2010

HOWARD WEBB, EL ÁRBITRO


Jorge es mi amigo y ama al Real Madrid sobre todas las cosas. Y a Raul.
Tras el partido con el Milan, en San Siro, me dijo que escribiese sobre el tal Webb.
Estaba indignado, y no me extraña.

Hay distintos tipos de árbitros, y según su forma de ser dejan jugar de una forma o de otra.
Los hay que están pendientes de las cosas accesorias. Los colores de los calentadores, los pendientes, los banquillos...Pueden estar mirando a cualquier sitio, incluso durante el juego cuando está en zonas intensas. Suelen ser chulitos y parece que están buscando la manera de hacerse notorios. No soportan no ser importantes.

Hay otro tipo que pitan todo. En realidad no les gusta arbitrar lo que les gusta es tocar el pito, y el fútbol les da la oportunidad de tocar el pito todas las semanas.
Pitan y pitan y vuelven a pitar, dan concierto de pito los domingos. Es posible que sean víctimas de alguna carencia infantil. Sus padres no les compraron un pito aquel día que fueron a la feria, y ahora pitan y pitan y vuelven a pitar. Pita que te pita, se ponen pesados con el pito, como yo ahora pito que te pito. Amargan con el pito. PIII,pipipi. PI-PI-PI-PI. PI. PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIPIIIIIIIIIIIIPIIIIIIIII.

El tercer tipo es la antítesis, no pitan nada. Les da cosa pitar.
Van un poquito de "enrollaos" y dejan jugar, que siga el juego, no les gusta parar, ni intervenir mucho en el partido. Este árbitro a mi me gusta, siempre y cuando no deje que se le vaya de las manos el partido, y creo que a los jugadores también les gusta, siempre y cuando vean que sigue un criterio igual con las acciones de ambos equipos.

Luego llegamos a Webb, el amigo de Jorge.
Webb está vivo porque no se encontró con Jorge el miercoles, si no, la FIFA estaría de luto y yo de visita en Villanubla.

Webb pasa el límite del último árbitro que he descrito.
Deja jugar tanto que permite la violencia, permite que se den de hostias los jugadores. Permite también que sus asistentes se confundan garrafalmente. En sus partidos vale todo. Le jode sacar tarjetas, pitar faltas, sancionar acciones antideportivas, le jode parase si está corriendo. Le jode todo, y en vez de arbitrar parece que está viendo el partido de cerca, y a veces se acuerda que es el árbitro.
Quiere que el partido esté caliente todo el tiempo, por eso no quiere desequilibrarlo con una expulsión, o que un equipo coja más de dos goles de ventaja.
A este pollo fácilmente que su padre le llevase de pequeño al boxeo y lo que en realidad le gustan son las hostias, no el fútbol.

Lo que no me encaja es que la FIFA le tenga tan valorado y le designe para los partidos más importantes.
Bueno, puede ser que la FIFA predique el Fair Play pero en realidad sabe que la violencia, como el sexo, atrae a millones y millones de espectadores.
Ya estoy viendo al Board convocando un congreso en el Caribe para ver como pueden introducir el sexo en el arbitraje.
La verdad es que Webb tiene aire de actor porno, como la ministra (con perdón).
Más audiencia, más negocio.

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